¿Tu casa necesita un cambio de look? Nada como renovar la pintura de las paredes para darle un aire totalmente nuevo a los ambientes.
Al margen del color que te guste, hay muchos tipos y calidades de pintura y conviene dejarse asesorar por un profesional. Cuando vayas a comprarla, tendrás que fijarte en dos aspectos que son fundamentales: su cubrición y su lavabilidad. La cubrición es la capacidad de la pintura de cubrir el fondo en cada capa. Cuanto más cubriente sea, menos capas habrá que dar, y más fácil nos resultará el trabajo. Por otro lado, la labilidad indica si la pintura es lavable o no y en qué grado. Es decir, a mayor labilidad más fácil será eliminar las manchas pasando un trapo húmedo sin peligro de eliminar la pintura. Si eliges una pintura de calidad, que tenga alta labilidad, lo agradecerás después cada día, sobre todo si hay niños en casa. Tus paredes estarán limpias y perfectas mucho más tiempo.
Y en cuanto a los colores, recuerda que para espacios pequeños se recomiendan los tonos claros y luminosos. Si tienes habitaciones amplias puedes elegir colores más oscuros y potentes.
Para empezar, vacía la habitación todo lo que te sea posible. En este momento te darás cuenta de la cantidad de cosas que acumulamos y que nunca usamos… (mira, éste es un buen momento de hacer limpieza a fondo). Pon los muebles en el centro de la habitación y cúbrelos con plástico o con telas viejas. Cubre también el suelo, los marcos de puertas y ventanas con cinta de pintor, los rodapiés, los interruptores y enchufes, etc.
Esta parte del trabajo es algo aburrida. En este momento estamos locos por empuñar el rodillo y comenzar a pintar. Sin embargo, tienes que saber que cuánto más tiempo inviertas en taparlo todo, menos tendrás que invertir en limpiar. De verdad, merece la pena dedicarle a esta tarea todo el rato que sea necesario.
A continuación, debes lijar los desperfectos de la pared y rellenar las grietas o agujeros con masilla. Aplica una capa de imprimación selladora, espera hasta que esté totalmente seca y tu pared quedará lista para comenzar a pintar. La imprimación hará que ahorres pintura ya que la pared absorberá mucha menos cantidad y te cundirá más
Comienza por medir el suelo de la habitación que quieres pintar y calcula los metros cuadrados de pared. Con 1 litro de pintura podrás pintar unos 10 metros cuadrados, aunque debes tener cuenta algunas cosas que pueden variar tu cálculo. Por ejemplo, si la pared es lisa o tiene gotelé (estas absorben un 50% más de pintura), o si le has dado o no una imprimación previa.
En cualquier caso, puedes guiarte también por las indicaciones del fabricante, ya que todas las pinturas no son iguales. Además, ten en cuenta que por cada puerta que tenga la habitación habría que descontar 2 metros cuadrados y que cada ventana supone 1 metro cuadrado menos.
Ya estás listo para comenzar a pintar. Moja el rodillo sin cargarlo demasiado y comienza siempre por el techo. Pinta dirigiendo el rodillo hacia la luz para que no queden sombras. Una vez hayas terminado, sigue con las paredes. Es importante dar la última mano en la misma dirección que la anterior y, si las paredes son lisas, pinta con el rodillo de arriba hacia abajo varias veces y muy despacio.
En paredes lisas usa rodillos de pelo corto, y si tienes gotelé, mejor que sea de pelo largo. En ningún caso cargues mucha cantidad de pintura para que no se amontone. Y cuando termines de dar la primera capa, espera el tiempo suficiente para que se seque bien antes de dar la segunda.
Verás cómo antes de que te des cuenta… habrás terminado. Ahora debes mantener la pintura lo mejor posible. Si has utilizado pintura plástica, limpia cualquier mancha que se produzca cuanto antes, aunque sea pequeña. Y si se producen grietas o humedades, repáralas enseguida
¿De Qué Color Pintar la Casa?
Hay toda una teoría psicológica escrita sobre la existencia de los colores cálidos y fríos. Sí, claro, es una teoría, pero alguien la habrá estudiado, así que en principio démosla por verdad. Según la misma, la diferencia entre colores fríos y cálidos sería algo así:
Los colores cálidos, derivados de los rojos, amarillos y naranjas, crean sensación de vitalidad, energía, movimiento y predisponen a la actividad.
Los colores fríos, derivados de los azules, grises y verdes, contribuyen a crear un clima apacible, de reposo y tranquilidad. Después estará en nosotros decidirnos por un Comedor con “vitalidad” o un Dormitorio “apacible”. Será cuestión de cada uno empezar a jugar con los colores para pintar la casa de forma creativa.
¿Hasta dónde es cierta esta teoría de colores cálidos y fríos?
Si bien acuerdo en parte con la idea general de esta teoría para decidir la gama de colores para pintar una casa, tampoco hay que llevarla al extremo. NINGÚN COLOR puede condicionarnos de una manera tan fuerte como para determinar nuestro estado de ánimo. Prefiero pensar en su poder para transmitir determinadas sensaciones. Y eso ya es algo.
A propósito de los colores para pintar una casa interior y su influencia sobre la percepción del espacio, veamos otras alternativas.
¿Cómo es eso? Sencillo. La luminosidad del ambiente dependerá de dos factores: La luz natural que ingresa por la ventana desde el exterior
La claridad que reflejen los límites del ambiente: paredes piso y cielorraso.
Los colores de pintura para casas en tonos claros reflejan la luz que les llega desde el exterior multiplicando la luminosidad del ambiente. De esta manera se genera una sensación de mayor amplitud. Y así de simple es la magia.
Por otro lado, una pintura interior de color oscuro tiene mayor presencia y hace que los muros parezcan estar más cerca nuestro.
Esta fórmula para elegir la gama de colores para pintar una casa interior (más que obvia), debería tenerse muy en cuenta. Por ejemplo, es muy útil al momento de decidir los colores para pintar paredes interiores. Se hace más evidente cuando el ambiente tiene una iluminación natural deficiente, o es de dimensiones reducidas.
Elegir una pintura de pared color blanco en un muro exterior hacia donde mira una ventana. Ayudará a reflejar mucha más luz al ambiente, con los todos los beneficios explicados. Lo he puesto en práctica y realmente funciona Puede que esto sea cierto, pero tampoco es argumento válido para no animarse a un cambio. ¡Con un razonamiento similar deberíamos andar por la vida vestidos como heladeros! No existen argumentos que nos impidan elegir los mejores colores para pintar una casa que tengan carácter y personalidad.
No tienes que perder de vista que decidir los colores para por dentro o por fuera, no es un acto que te compromete de por vida. Debería hacerse pensando en uno mismo; ¡¡¡y no en el resto la gente!!!
Al cabo de un tiempo podrás reemplazar los colores de pintura de pared por otros, sin que esto signifique una traición a ningún principio. ¡¡Estamos hablando solamente de colores pintura!!
Si vives en una casa de techos muy altos, y esto no te sienta, puedes usar el criterio que mencionamos anteriormente. Un color oscuro le dará al cielorraso más presencia, “bajando” la sensación de altura del local. Otra cosa sucede si tu casa tiene ambientes con alturas agobiantes (léase, muy bajas). Pintar el cielorraso de blanco o con colores muy claros, logrará “desmaterializarlos”. De esta manera se ayudará a reflejar la luz que llega desde el exterior, y así favorecer la sensación de amplitud.
Los diferentes tonos de una misma pintura suelen verse muy distintos de acuerdo al tipo de iluminación que estemos utilizando. Parece difícil pero no lo es.
Las luces cálidas (iluminación eléctrica) harán que los colores de habitaciones se vean más amarillentos. Esta cuestión no está mal si lo que estamos buscando es crear un ambiente más acogedor.
Otro es el caso con las luces frías, (fluorescentes o las halógenas), propias de espacios donde se busca mejorar la visibilidad. Este tipo de iluminación artificial hará que los colores de pintura se vean más fríos. Todo esto en consonancia con la teoría de los colores cálidos y fríos.
También hay situaciones comunes al tener que buscar colores de pintura para interiores. Una de ellas es tener que elegir dentro de una carta de colores para paredes del catálogo de una pinturería.
Un color de catálogo se muestra sobre un pedazo de CARTÓN LISO. El mismo color (exactamente el mismo), sobre una pared rústica, se verá completamente distinto. ¿Magia? No, para nada.
Si pudiéramos ver una textura rugosa a la vista de un microscopio, podríamos comprobar un mini paisaje con relieves, lleno de luces y sombras. Las mismas son las que cambiarán la percepción del color al compararlo con una superficie lisa, o sea, sin claroscuros. Para la elección de colores para pintar una casa por dentro, nunca es bueno optar por cambiar de tono en el medio de una pared lisa. No hay una lógica que parezca avalar la decisión. Insisto con lo del principio: NO es ciencia, pero tiene su fundamento.
En ese sentido suena más acertado jugar con una gama o combinación de colores para interiores. La idea podría ser destacar algún rasgo de la superficie que queramos pintar. Ejemplos de ello pueden ser una cornisa, una moldura, un zócalo o simplemente un cambio en la textura del muro.
Cómo Elegir Qué Pared Pintar de otro Color
Supongamos que el color «diferente» es más oscuro que el del resto de las paredes del ambiente. Hay que tener en cuenta que los colores oscuros tienen mayor presencia y parecen estar «más cerca». Si el local es rectangular, un buen criterio sería pintar uno de los extremos más largos. Con esta técnica «cuadramos» el ambiente, regularizando sus medidas desde un criterio visual.
No te recomiendo hacerlo en habitaciones pequeñas para no achicarlas aún más.
Otro consejo para elegir qué muro pintar de otro color es aprovecharlo para caracterizar la decoración. La pared en cuestión puede utilizarse para ubicar muebles en colores que formen un contraste interesante. Esta forma parte de las ideas para pintar la casa que la harán ver distinta a las demás.
Colores para Habitaciones: Qué son los colores resistentes
Según dicen, el blanco es la sumatoria de todos los colores. Y el negro la ausencia de color o de luz. Esta indefinición permite afirmar que el blanco y negro “resisten” y se llevan bien con cualquier color para pintar que elijamos, sin competir con ellos.
Si bien el negro no es un color que se elija habitualmente, detalles del mismo en cualquier combinación, armonizan perfectamente.
Una buena forma de reducir las combinaciones de colores para paredes interiores es partir de algún color que ya formé parte de la decoración existente.
Puede ser un cuadro, un adorno, la tapicería o el mismo cortinado, los que en definitiva puedan sugerirte un color o una gama de colores para habitaciones. Encontrar el color repetido en varios objetos de la decoración del ambiente, ayudarán a crear un conjunto armónico.
¿Y si la elección del color parte de un ambiente vacío? Ningún problema. Podrás aplicar el criterio inverso:
Elegir un color para el ambiente y luego, los objetos del resto de la decoración, repitiendo la gama. Los mismos resultados por distintos caminos.
El punto de arranque para elegir colores para pintar la casa suele variado. A veces lo inspira un lugar que visitamos, o en otros la foto de una publicación que nos haya gustado.
Con esa imagen salimos a bucear en las cartas de colores, hasta encontrar su similar. Lo lamentable es comprobar, luego de la primera pincelada, ¡que el “similar” NO se parece! a los colores de pintura que teníamos en mente.
Consejo básico a la hora de comprar un color para pintar.
¡¡NUNCA compres la totalidad de la pintura que necesites!!
Comprar una lata entera de pintura del color, supuestamente definitivo, es arriesgarse a malgastar una buena cantidad de dinero. Esto no te deja margen para ningún tipo de indecisiones.
Si hablamos de elegir colores para pintar una casa, prefiero aplicar la técnica de la aproximación, digamos, algo más o menos así:
Decidirse por una o dos combinaciones de colores para paredes, Comprar 1litro (o menos, si se puede) de cada color. Hacer pequeñas muestras en un muro del ambiente a pintar, Observarlas a lo largo del paso del día, Esta técnica te dará un panorama más cierto de cómo se verán los colores según vaya cambiando la luminosidad del ambiente. Y todo esto sin comprometer una compra que te complique si luego te arrepientes. Te sorprenderá comprobar cuánto se simplifica tu elección.
Puede que te preguntes: ¿puedo pintar toda la casa del mismo color? Creo que no existe ningún problema para hacerlo, sobre todo si eliges colores neutros. Éstos no competirán con el resto de la decoración de los ambientes y no llegarán a cansarte tan rápido.
Más allá de explicaciones técnicas que podrás encontrar en la Web, digamos que hay ciertos colores de pintura para casas que gozan de cierto consenso general. Te invitamos a seguirnos en nuestros próximos contenidos.
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